sábado, 20 de junio de 2009

.:: Dictamen de la obra Por los sigNoS de los siglos Amén de Raquel Villarreal Montoya * ::.

RECONOCIDA EN EL campo de las artes plásticas, Raquel Villarreal plantea una obra que, en sí misma, constituye una propuesta artística en el amplio sentido de la palabra: Porque al arte corresponde proCrearse en los espejos, espulgarse en las almohadas, hilar fino con las sombras, enuncia en las primeras páginas del texto, programando una lectura.

Circunscrita a un tema desde la portada misma: el título (Por los sigNoS de los siglos Amén) y la imagen plástica que lo acompaña, la obra parodia el Santo Rosario (el toSan RioRosa), según su propio juego de palabras). La sustitución del término siglos en la oración cristiana marca el tema, pero también el tono y el estilo de la obra que va a presentar. El juego -ligado al ingenio, la sutileza, la travesura, así como al entretenimiento, al humor y lo infantil-, ya es enunciado desde el título mismo. Jugar (intelectualmente) con los textos religiosos sagrados es su intencionalidad. Se trata de subvertir y divertir.

Siguiendo la estructura de este rezo católico (el toSan RioRosa), de sus misterios y letanías, el texto utiliza la técnica del collage, al pegar dos distintas expresiones artísticas: la plástica y la literaria. Y aunque las imagines plásticas guardan una uniformidad temática y de estilo, en el ámbito lingüístico la diversidad de géneros pareciera ser la tonalidad. Oraciones religiosas, rondas, juegos y cantos infantiles, refranes, cuentos y memorias… convenientemente elegidos y combinados, remiten a lo popular y dan cuenta de una historia que debe ser contada: la de la mujer costarricense en la sociedad patriarcal. Desde este ángulo, Raquel Villarreal decide contra su historia, la de su familia, que es también la historia de otras mujeres y otras familias.

Para vivir y pensar en un Lugar NoComún.
Para que la mujerez ría, se acepte, se asuma y porfíe,
El toSan RioRosa repunta y se apunta, compite y repite,
Se crea sortilegio y juega a ritual.
Repita, sonría, gócelo y disfrute, mírese al espejo y CalaVerá.

Estructuradas a partir del texto cristiano del toSan RioRosa –que conmemora los misterios de la Virgen María-, sus memorias se reiteran en distintos momentos y con distintos discursos. La reiteración propia del rosario es, asimismo, enfatizada con géneros –como los infantiles- cuya naturaleza es precisamente ésta: la repetición. Al recurrir a un procedimiento ligado, en un inicio, a la actividad manual y al pasatiempo –para más tarde convertirse en una técnica artística-, Raquel enlaza su texto con el juego y lo infantil. Por ello, los cantos y rondas infantiles salpican toda la obra y le dan su tono lírico, su ritmo.

Desde una perspectiva femenina, y feminista, Raquel Villarreal reconstruye la realidad a partir del juego y del humor. Y por ello recuerda a otros escritores contemporáneos, especialmente, al cubano Guillermo Cabrera Infante. Juega con las imagines, con los textos, con los términos, con las grafías, con los sonidos, con el diseño… Juega con los sentidos, literalmente con las percepciones y las sensaciones, pero también con la multiplicidad de interpretaciones. Basta releer, como por ejemplo, los nombres de los misterios y los juegos de significado con las letras que destaca con la mayúscula a lo largo del texto.

Más allá de la simple función de ilustración, lo icónico –que también asume características reiteradas- sugiere una lectura que, por supuesto, dialoga con lo lingüístico y subraya el propósito perseguido. Los irreverentes pies que acompañan las figuras reiteran la irreverencia de las imágenes y de los textos verbales. Se trata de un texto lúdico, pero irreverente. Un texto que parodia oraciones cristianas muy conocidas, que las desmitifica, que las subvierte, que arremete contra textos propiciatorios del discurso patriarcal. Se trata de un texto que juega con seriedad, que irrespeta las convenciones ideológicas, temáticas, formales y lingüísticas. Se trata de un juego de ingenio y subversión.

¡Acharita!
Achará que se acabó la diversión de este
texto, buscaré en el inframundo a Surá,
Afrodita y Venus, y encaramadas en conchas
con Eva platicaremos –se lamenta al final de la obra.

Honrando su condición de artista plástica, Raquel Villarreal Montoya solicita la publicación de un libro que, en forma creativa y lúdica, mezcla distintas manifestaciones artísticas. En este sentido, aporta una obra de calidad que se suma a la discusión de la temática de género. Dirigida al intelecto, la obra exige un lector con conocimientos culturales generales y amplitud de criterio.

Es una obra que merece ser publicada.

Cordialmente.

* Ana Sánchez
Editorial de la Universidad Nacional (EUNA). Heredia, Costa Rica

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